jueves, 2 de mayo de 2013

Feria de la Comunidad de Madrid.resumen 01/05/2013




Plaza de toros de Las Ventas. Primera de la Feria de la Comunidad. Un cuarto de plaza. Novillos de El Montecillo. Imanol Sánchez, palmas y saludos tras petición; Emilio Huertas, vuelta al ruedo tras petición y bronca al Palco y silencio tras aviso y Juan Millán, ovación tras aviso y silencio tras aviso. Saludaron en banderillas José y Ángel Otero.




Dos tipos diferentes de 'nota', por supuesto. El Montecillo, la buena, por una novillada importante, ajustada a lo que debe ser una novillada en Madrid, tanto por hechuras como por juego. Y el Palco, una vez más, la 'mala nota', negando injustificadamente el triunfo a Emilio Huertas, que se lo había ganado por su faena ante el segundo, el mejor junto al cuarto del lote ganadero. Huertas tuvo que conformarse con una vuelta al ruedo. Completaban el cartel Imanol Sánchez y Juan Millán, que lo pusieron todo de su parte pero no terminaron de redondear. El manchego Emilio Huertas cuajó en segundo lugar una faena suave, templada y bien cosida frente a un gran novillo, un animal que ha mostrado una embestida profunda y enclasada. Huertas lo aprovechó, ligando muletazos despacioso, de planta firme. Una tanda con la izquierda tuvo hondura y mano baja. Tras una estocada se le pidió de forma mayoritaria la oreja que el palco incumpliendo el reglamento no atendió. Injustificable actitud una tarde más de estos señores que ocupan el palco de la plaza de Madrid que se creen en posesión de la verdad absoluta y negando la voluntad del que pasa por taquilla. Vuelta al ruedo y bronca al palco. El pulso y el poso de Huertas no volvió a aparecer frente al quinto, un ejemplar que exigió templanza y al que no estoqueó con la precisión debida. Abrió tarde un novillo manejable que derrochó prontitud y movilidad. El aragonés Imanol Sánchez puso entrega en una faena de escaso relieve rematada de pinchazo y estocada. Y en cuarto lugar sorteó un novillo importante por su raza y por su encastada y humillada condición. Bravo el de El Montecillo. Sánchez puso fibra e ilusión, destacando en un buen tercer par al quiebro y poniendo toda la carne en el asador en una faena de más ataque que aplomo. Innegable su actitud. El madrileño Juan Millán no pasó de discreto frente al tercero, un novillo de noble condición. Su labor estuvo salpicada de muletazos sueltos buenos pero sin que su trasteo alcanzara altura. Tampoco lo hizo su labor frente al sexto, un novillo noble que ha carecido de raza.


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