lunes, 6 de mayo de 2013

Novillada Maestranza de Sevilla. 05/05/2013. Resumen




Sevilla (España). La novillada celebrada hoy en Sevilla pudo tener otro final. Se presentó un encierro de Villamarta con buena presencia en el que destacaron tres novillos por condición y calidad, el 1º, 3º y 4º. Juan Leal tuvo una actitud positiva y un valor desmedido ante el peor lote con el que no tuvo recompensa su esfuerzo y Álvaro Sanlúcar destacó por sus formas y estética. Por su parte, Fernando Adrián no supo aprovechar las buenas condiciones de su lote. La tarde quedó en ovaciones y silencios cuando pudo tener otra lectura final. Fernando Adrián no terminó de acoplarse del todo con el primero de la tarde, un novillo noble y con calidad que acusó en el último tercio una tremenda voltereta que pegó en los primeros compases de la lidia. Tras brindar al público, Adrián no pudo por ello exigirle y bajarle excesivamente la mano, pero no encontró el acople perfecto y protagonizó una faena intermitente ante un novillo que bien es cierto que quiso rajarse y Adrián supo sujetar. Mató de buena estocada y saludó una ovación. El novillo también escuchó palmas en el arrastre y quizá mereció más por parte del novillero. El cuarto fue otro ejemplar que ofreció posiblidades y que tuvo muchísima duración. Fernando Adrián estructuró una faena larga en la que tampoco hubo ajuste, sino demasiados altibajos e intermitencias. Cuando mejor estuvo fue en cercanías, donde sí se encontró a gusto. El novillo tuvo mucha transmisión y fue fuertemente ovacionado en el arrastre. El novillero francés Juan Leal estuvo por encima de su oponente. El segundo de Villamarta resultó un novillo que tuvo mal genio y escasa clase. Leal estuvo animoso desde el comienzo, sin querer dejarse nada dentro, con lances de recibo a pies juntos y un quite por tafalleras, variado y fresco. Tras brindar al público comenzó la faena de muleta con un pase cambiado pos la espalda y después se pegó un tremendo arrimón pero no pudo lucirse en ningún momento, no tuvo material para ello. Protagonizó una arriesgada portagayola ante el quinto, puesto que el novillo llegó cruzado y al ponerse en pie lo arrolló aunque sin consecuencias. El novillero francés derrochó valor pero bailó con la más fea. El segundo de su lote, tras brindar a su apoderado Mauricio Berhó, tampco le dio opción para lucirse. Echó el resto y lo puso todo, sobre todo quietud y paciencia, pero el toro no decía nada con una embestida sosa y sin raza. Se escapó también de milagro al entrar a matar, donde expuso mucho y resultó prendido. Cabe resaltar su valor en conjunto en una tarde en la que dio mucho y no tuvo recompensa y también, a la contra, la desacertada labor de su cuadrilla en la lidia de ambos novillos. Lo más plástico de la tarde hasta el momento lo protagonizó Álvaro Sanlúcar con el tercero de la tarde. Jugó bien los brazos en un estético saludo capotero, ganándole terreno al novillo y sacándolo casi a los medios. Lo dejó crudo en el caballo y por eso el novillo llegó con chispa a la muleta, pero finalmente resultó una faena de más a menos. Logró arrancar la música, con un trasteo inteligente y muy plástico, dejandole la muleta en la cara y llevándolo largo. Estos fueron los mejores pasajes, puesto que el pronto se vino abajo y perdió intensidad, con ello, la faena. De nuevo destacó ante el que cerró plaza con el capote al novillo de más cuajo de la novillada, sardo y precioso de hechuras, un animal, que a la postre, duró poco. En ningún momento se aburrió ante la sosa y tarda embestida del de Villamarta al que hubo que provocarle en todo momento para que acudiese. Recibió otra ovación.

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