sábado, 4 de mayo de 2013

11ª Feria de Aguascalientes ( Mexico ) .03/05/2013

                ZOTOLUCO                      CASTELLA                      SILVETI

Monumental de Aguascalientes. Undécima de la Feria de San Marcos. Poco más de media plaza. Toros de Teófilo Gómez, justos en presencia y mansos en general, así como un sobrero de regalo de Montecristo con las mismas condiciones que los anteriores. Eulalio López Zotoluco, silencio, silencio y silencio en el de regalo; Sebastián Castella, silencio y silencio; Diego Silveti, oreja y palmas.

MM



Aguascalientes (México). Diego Silveti emergió delante de un encierro de Teófilo Gómez que dejó mucho que desear por su nula bravura y deslucimiento, misma situación con el sobrero que regaló Eulalio López. A pesar de todo el matador de Iraupuato logró cortar la única oreja del festejo al primero de su lote, después de una faena despaciosa, bien estructurada, hilvanada y descrita, que pudo valer otro trofeo de haber manejado la espada con igual destreza en la muleta, en tanto Zotoluco yCastella se fueron en vacío y con silencio en su actuación.
Zotoluco puso de sí desde un inicio lanceando a la verónica, con la muleta derramó voluntad y entrega, arrebatando muletazos a un astado deslucido del que recibió una maroma que le rompió el punto de la taleguilla. Con el segundo de su lote las cosas no fueron mejores, pues el toro se rajó desde inició y aunque obtuvo muletazos aislados nada se podía hacer, entonces anunció un séptimo, pasaportó al cuarto viaje y también fue silenciado. Con el de regalo de la dehesa de Montecristo padeció del mismo mal con el burel que manifestó debilidad, doblaba las manos y cuando no, se quedaba parado, aun así arrancó algunos derechazos, tres pinchazos y una estocada caída rubricaron la faena y se retiró de nueva cuenta entre el silencio de los presentes.
Por su parte Sebastián Castella en su primer paseíllo en la feria 2013, lanceó bien al segundo de la tarde, mismo que tras varas se paró y solamente espiaba al torero que intentó y si bien sacó muletazos poco sirvieron para el lucimiento, mató con media trasera y tendida siendo silenciado. El quinto de la tarde fue débil y sin emotividad, pero el galo intentó sacar partido de la poca potabilidad del astado, al que arrancó pases de gran mérito y exprimió lo poco que tenía, con el acero se le fue la mano atrás y abajo, de nuevo tuvo como resultado silencio. 
El tercer espada, Diego Silveti, se encontró con el más potable de la tarde al que lanceó bien con capa y corrió la mano con la diestra, dando muletazos bajos y templados que calaron en los presentes en el coso hidrocálido, fue desarmado en dos oportunidades y para el final del trasteo se pasó cerca de la humanidad al burel con bernadinas, medio espadazo y un descabello fueron la dosis para hacer doblar al toro y seguido la inminente petición de la oreja que fue concedida por el juez de plaza. Con el sexto topó con un animal que manseaba y no transmitía un ápice, aún así logró extraer derechazos de mérito y mostró su voluntad eterna de triunfo, mismo que no consiguió, mató con estocada trasera y escucho leves palmas desde el tendido.